sábado, 24 de marzo de 2018

¿QUE CARA TIENES TU ? PARTE II


¿QUE CARA TIENES TU ? PARTE II

Tres señales se ven en la cita de Ezequiel 1. ,en su contexto geo-historico:

 La primera la incapacidad de salir de la crisis.

        En un extraordinario giro de los eventos, los Babilonios se deshicieron de los poderosos asirios en el 612 a. C. Este cambio de poder tuvo un profundo impacto sobre Judá, y Ezequiel habría sido testigo de los muchos cambios que estuvieron ocurriendo. Durante el tiempo que él vivió, reinaron cinco reyes, siendo Josías el que más se destacó: Josías (640–609 a. C.) Joacaz (también llamado Salum; 609 a. C.) Joacim (609–598[7] a. C.) Joaquín (también llamado Conías y Jeconías; 598[7] a. C.) Sedequías (598[7]–587[6] a. C.)

La segunda la calamidad de confiar en otras cosas y no Dios:

          Como testimonian los libros de 2º Reyes y Jeremías, estos reyes trataron de proveer cierta medida de estabilidad a Judá durante estos tiempos de tribulación. Tristemente, muchos de ellos procuraron adquirir esta estabilidad por medio de alianzas extranjeras (siendo Egipto la que demostró ser la más popular; y en la misma medida la menos  confiable). La formación de alianzas extranjeras, no obstante, demostró ser catastrófico en varios aspectos:

 1. Estaba en directa rebelión contra la voluntad de Dios.

2. Debilitó la economía, en vista de que el pueblo pagó tributo a otras naciones.

 3. Introdujo las creencias y prácticas de estas naciones paganas.

4. Estimuló la rebelión en contra de la nación gobernante y el «lanzarse» de una nación a otra en búsqueda de protección. Esto llevó a que se perdiera la confianza en Judá y a la eventual destrucción de esta por parte de Nabucodonosor y sus ejércitos caldeos.

La tercera señal tiene que ver con la cautividad bajo los paganos:

         La historia consigna que Nabucodonosor trató de trabajar con los reyes de Judá. Él permitió que sirvieran como dirigentes de su estado subyugado, pero la continua rebelión de ellos contra los Babilonios llevó a tres deportaciones: 1. 606 a. C. Los más ricos y poderosos fueron transportados al exilio en Babilonia. Daniel se encontraba en este primer grupo. 2. 598 a. C. Joaquín, el rey de dieciocho años de edad, se rindió y fue exiliado junto con otro grupo de poderosos individuos de Judá (2º Reyes 24.12–14). 3. 587 a. C. El rey Sedequías hizo una alianza con el Faraón egipcio. Esta acción motivó que Nabucodonosor despachara sus ejércitos para destruir las ciudades fortificadas que quedaban en Judá: Jerusalén, Laquis y Azeca. El ejército babilónico llegó a  Jerusalén en enero de 589 a. C. (Ezequiel 24: 1–2). Tomó dieciocho meses, pero los babilonios al final rompieron los muros de Jerusalén en julio de 587 a. C. y destruyeron la ciudad en las semanas que siguieron (vea 33:21).

        Una mayoría de los habitantes de Judá que quedaban fueron transportados a Babilonia. Sin embargo, se les permitió quedarse en Judá al profeta Jeremías, a Gedalías el gobernador nombrado, y a algunos de los pobladores más pobres.

       Durante estos eventos, Dios tuvo tres profetas ministrando a un mismo tiempo.

          Daniel estaba trabajando en el palacio de los reyes de Babilonia, y Ezequiel estaba con los cautivos de Judá en Babilonia.


       Jeremías estaba profetizando al pueblo que todavía quedaba en la Jerusalén destruida y las regiones de alrededor. Dios tiene diferentes siervos y diferentes ministerios.

       Entonces hay tres señales  en los tiempos de Ezequiel, primero tiene que ver con incapacidad, segundo tiene que ver con calamidad y la tercera señal tiene que ver con cautividad.

        Y hoy tenemos lo mismo en nuestras congregaciones y naciones. Por un lado la gente tiene una tremenda incapacidad para superar sus crisis. En segundo lugar sufren grandes calamidades, por lo tanto anulan el potencial que Dios les ha dado y tercero están cautivos.

         Hay mucha gente cautiva y atada al pecado y a la religión.

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