sábado, 19 de mayo de 2018
Introspección del perdón II
Veamos a etimología del perdón
Perdón tiene que ver con un don , tiene que ver con dar una donación , el prefijo per y el sustantivo don , esto es dar por adelantado el perdón , es toma la iniciativa tu, es decir ni esperes que te vengan a pedir perdón .
Si alguien te hizo daño, tu no esperes que te venga a pedir perdón, simplemente tu por adelantado le vienes a dar una donación a esta persona, aunque no se lo merezca.
Cuando perdonamos es dar por adelantado el regalo a alguien
Para dar equilibrio a esto conceptos es necesario saber lo que no es el perdón , que cualquiera puede Hasta decir que el diablo también necesitaba perdón
Lo que no es el perdón:
Perdonar no es justificar
Perdonar no es que no ha pasado nada
Perdonar no es obligación
Perdonar no es ser débil
Perdonar no es ser superior
Perdonar no es tolerancia al mal
Lo que es el perdón
Perdonar es un proceso
Perdonar es renunciar a un sentimiento negativo
Perdonar es renunciar a la deuda
Perdonar es no ser mas la victima
Perdonar es renunciar al castigo
Perdonar es dejar que DIOS obre en justicia
El perdón es un proceso que no libera,
El asunto del perdón es por causa de tu salud, Dios hace lo que va a hacer, toda causa tiene consecuencia, Dios se encarga de todo, pero él quiere que perdones, y cuando lo haces estás diciendo que ya decides ya no estoy de acuerdo con la carga de la venganza.
A quien perdonar
A los deudores
A los ofensores
A los enemigos
A uno mismo
El perdón sería sencillo si sólo tuviéramos que concederlo a aquellos que lo piden con pena y arrepentimiento. La Biblia nos dice que debemos perdonar a aquellos que pecan contra nosotros, sin condiciones.
El negar el sincero perdón a una persona, demuestra resentimiento, amargura y enojo – ninguna de los cuales deben ser las características de un cristiano.
En el Padre Nuestro, le pedimos a Dios que “perdone nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” (Mateo 6:12).
Jesús dijo en Mateo 6:14-15, “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
A la luz de otras Escrituras que hablan del perdón de Dios, Mateo 6:14-15 es la que mejor explica que la gente que se niega a perdonar a otros, realmente no han experimentado el perdón de Dios en ellos mismos.
Siempre que fallamos, al desobedecer uno de los mandamientos de Dios, pecamos contra Él. Siempre que hacemos daño a otra persona, no sólo pecamos contra ella, sino también contra Dios. Cuando vemos la enorme misericordia de Dios al perdonarnos TODAS nuestras transgresiones, nos damos cuenta de que no tenemos derecho a retener esta gracia para con otros. Hemos pecado infinitamente más contra Dios que lo que cualquier persona pueda pecar contra nosotros.
Si Dios nos perdona tanto, ¿cómo podemos rehusar perdonar a otros tan poco? La parábola de Jesús en Mateo 18:23-35 es una poderosa ilustración de esta verdad. Dios promete que cuando venimos a Él, pidiéndole perdón, Él nos lo concede gratuitamente (1 Juan 1:9). El perdón que otorguemos no debe tener límites, de la misma manera que el perdón de Dios es ilimitado (Lucas 17:3-4).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario